Los árboles dejan caer sus hojas, porque quieren mostrarle al mundo sus verdaderos yoes.
La verdad es que apetece quedarse en casa, y tomarse un chocolate caliente, ver alguna película y acurrucarte entre tus sábanas, como un lirón hibernando.
Para qué mentir, también apetece estar con aquellas personas por las que darías tu fortuna, tu vida.
Apetece que te den un cálido abrazo, de esos que te dan calorcito hasta en los huesos.
Ahora mismo, me encantaría estar refugiada en nuestro rincón. Arropada con las mantas. Con todo el día y mil ciento un besos por delante; echar unas risas, y unas cuantas caricias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario